Recetas opuestas dentro del hecho económico: Melanzane Maquiavelo v.s. Melanzane Catanesi.
- Juan Pablo González / Luis Alfonso Vivas
- 10 jun 2021
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 26 feb 2024

En Enrico creamos una serie de metáforas que componen nuestra Gastronomía Empresarial, un mundo alegórico lleno de recetas que hemos preparado para alimentar su modelo de gestión y liderazgo. Creemos que una organización, como el mejor restaurante, debe perseguir la excelencia de las "tres estrellas Michelin", y sus gerentes el honor de sabios chefs.
Altamente alimenticia y apreciada por su presencia en la dieta mediterránea, la berenjena ofrece un aporte elevado de agua, fibra, minerales, vitaminas, serotonina y antioxidantes; sus pocas calorías ayudan en la disminución del peso corporal y depuran el organismo. Nunca se debe consumir cruda, pues contiene solanina, una sustancia tóxica y amarga al paladar.
En el mundo corporativo, los hechos económicos son las berenjenas del sistema de información empresarial, ya que revelan la salud organizacional y evidencian los eventos financieros de las compras, ventas, gastos o inversiones.
Sin embargo, cuando las berenjenas quedan crudas intoxican el sistema. Como en las dietas, los líderes de las empresas se enfrentan a proceder correctamente o incorrectamente, a defraudar a una empresa o hacerla exitosa, a la delicia o la amargura; a cocinar Melanzane (berenjena) Maquiavelo, o Melanzane Catanesi.
Melanzane Maquiavelo: la preparación inadecuada.
Nicolás de Bernardo de Maquiavelo (1469-1527) fue un diplomático, funcionario, filósofo, político y escritor italiano, famoso por su frase “el fin justifica los medios”, sustento del modus operandi en la política y, en casos, de onerosas prácticas empresariales.
Explicando lo último (no justificando), en mercados sometidos al vértigo de los resultados a toda costa, las empresas revelan ante los entes fiscales, y otros stakeholders, información distorsionada que no obedece a la realidad de sus hechos económicos.
Todo comienza con un gobierno corporativo que no da cuenta muchas veces de su propia realidad ni de la ética, cuando el propósito de su marca empresarial, y políticas, no están bien definidos. En esa falta de compromiso, algunos gerentes financieros deciden cómo quedar bien con sus superiores para cuidar la cuchara.
Por otro lado, algunos entes de control internos y/o externos de las organizaciones asumen "en piloto automático" llevando los registros económicos con laxitud y negligencia. Dan por sentado lo que no necesariamente existe, mediante conclusiones sesgadas, por falta de un análisis riguroso, cíclico, constante.
Por ejemplo, una organización ingresa la información de diversos tipos de inventario y los lleva a una misma cuenta en el registro contable. Todos los ingredientes de esta receta (los registros) no deben ir "en la misma olla".
Entonces, si en la construcción de un edificio se registran todas las compras de inventarios e insumos (bultos de cemento, asfalto, emulsiones...) como gastos y no como inventarios, se está haciendo una mezcla tóxica que impide entender cómo, cuándo, y dónde fueron usados estos inventarios para cumplir con su objetivo.
Las consecuencias son amargas en las berenjenas maquiavélicas, pues se pierde el control de todos los elementos, y peor, de la eficiencia en el uso de los recursos registrados, con pérdidas. Por eso un registro sesgado de los Estados Financieros va en detrimento de la reputación de la marca, en la presentación frente a los órganos de fiscalización y otros stakeholders. Esta caída en la imagen de marca, a la postre, afecta las acciones de las empresas que cotizan en la bolsa, con caídas significativas. Mejore su propósito empresarial y las prácticas que derivan de él.
Antes de los resultados económicos, debe estar el cumplimiento de la misión empresarial hacia personas que no están esperando los resultados financieros de la empresa que les ofrece un servicio. Al consumidor le interesa más una experiencia funcional, emocional, y a veces, sí, económica (por precio).
Por eso, si el propósito de marca está claro, es coherente con todas las políticas empresariales y es bien ejecutado, los resultados financieros estarán servidos a la mesa. Mejore su propósito empresarial y las prácticas que derivan de él.
Melanzane Catanesi: deleite y salud.
Una organización prepara su Berenjena a la Catania con los pies en la tierra, porque las decisiones atienden a sus registros económicos de forma objetiva. Unas berenjenas aderezadas y en reposo, ayudan a perder peso en el cuerpo empresarial y tratan muy bien a los órganos de la zona abdominal al acabar con los impulsos viscerales de un gerente mal informado. Registros correctos con berenjena ofrecen saciedad y quitan las ganas de ingerir sin control todos los recursos de una empresa.
La berenjena bien cocida protege la salud cardiovascular de las organizaciones, pues la información financiera es la sangre que corre en todo su interior. Sus altos contenidos de fibra (actitud) ayudan a las articulaciones de los estados financieros, la protegen la salud del corazón (propósito), porque es necesario articular la misión empresarial con decisiones basadas en registros asertivos.
Al final, todas las personas estarán alineadas, trabajando con agrado por una misión mancomunada, pues se atiene a unos lineamientos y objetivos claros para todos.
Una berenjena a la Catania, mantiene el colesterol empresarial a raya y destapa las venas y arterias de la información económica, con registros eficientes que mejoran la memoria y permiten que la sangre suba al cerebro para la toma de decisiones. Al fluir la sangre por el cuerpo organizacional, los líderes "chefs" transmiten el liderazgo a todos las áreas de la empresa para brindarles oxígeno. Nuestra berenjena catanesa ayuda a evitar la retención de líquidos y la inflamación de los recursos financieros por causa de los registros mal hechos; protege y aumenta el músculo financiero.
Registre bien sus ingredientes, deje reposar la berenjena, coma saludablemente.
En los procesos empresariales siempre hay dos caminos: hacer las cosas bien o hacerlas mal; tomarse un poco más de tiempo para ejecutar mejor y optimizar los resultados o defraudar a una organización con frenesí. Berenjenas Maquiavelo, o Berenjenas a la Catania: ambos platos están a la carta.
En Enrico creemos que las organizaciones se deben alimentar correctamente, y gestionar la información financiera con coherencia, profesionalismo y ética, sin improvisación y sin sesgos, para entender la realidad empresarial.
Nuestras recetas han sido inspiradas por las experiencias de "chefs" en organizaciones de varios sectores por más de 25 años. Enrico ayuda a las organizaciones a mejorar la receta de su registro económico.

Juan Pablo Gonzalez
Comunicador de la Universidad Javeriana, Certificado Gerencia de Marca Universidad de Londres. Especialista en Liderazgo y Gestión de la Universidad de Illinois, con experiencia en Colombia, China y Brasil.
Luis Alfonso Vivas
Experto NIIF del Instituto Europeo de Posgrados. Especialista en Gerencia Estratégica de Costos y Control de Gestión, Magister en Contabilidad de la Universidad Libre. Auditor ISO 9001:2000 BUREAU VERITAS.
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